En resumen, las relaciones de pareja son un área de estudio apasionante en la psicología, ya que reflejan la evolución de las normas sociales y las expectativas culturales. Cada tipo de relación tiene sus propias características distintivas, y lo que funciona para una pareja puede no funcionar para otra. La comunicación abierta, el respeto mutuo y la confianza son elementos esenciales para mantener relaciones saludables, independientemente de su tipo.

Respeto: Se valora la opinión de la otra persona. De la misma forma, se validan sus necesidades y emociones. Se reconoce que el otro es una persona distinta, separada de uno. Se sabe que tienen experiencias y pensamientos distintos y eso está bien.

Con el tiempo las personas cambian, al igual que sus intereses, por eso las relaciones pueden correr el riesgo de ser dos furtherños después de convivir juntos por cierto período.

“Ten curiosidad por la forma en que tu pareja ve las cosas en lugar de intentar que vea las cosas a tu manera”, recomienda Antin.

Relaciones fatuas A este tipo de relación también se las conoce como amor fatuo. Son aquellas relaciones de pareja en las que existe pasión y compromiso, pero no intimidad, por lo que los involucrados no desarrollan un lazo afectivo permanente y duradero.

Es importante que la pareja entienda lo que cada uno tiene que ver, con eso de lo que se queja del otro.

Nuestra historia de aprendizaje hace que veamos el mundo de un shade o de otro, y para nosotros simplemente el mundo será de ese shade porque lo vemos así.

No quiere decir esto que no nos podamos enfadar o discutir, website pero no hay que perder el respeto al otro, sino dialogar.

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El amor consumado El amor consumado es propio de las relaciones que tienen bien equilibrados sus tres componentes: la pasión, la intimidad y el compromiso.

Comunicación efectiva: Se habla sobre los problemas de manera abierta, se escucha al otro y se respeta su opinión. Hay comodidad para expresar las propias necesidades sin miedo a una mala reacción de la otra persona.

Un ejemplo de este tipo de pareja, son los matrimonios donde ambos ya están en la tercera edad, puede existir cariño y compromiso, pero el deseo sexual o la pasión ya han pasado a un tercer plano.

La dependencia a la pareja o el tener que pedir permiso y aprobación eliminan la libertad y nos impide ser quien somos. Debemos conservar nuestro propio espacio, nuestras metas, nuestros sueños y nuestras opiniones.

Esto puede incluir desde cenas a solas y paseos al aire libre hasta hobbies compartidos o proyectos conjuntos. La clave es estar plenamente presente, sin distracciones como teléfonos móviles o preocupaciones externas.